Opresión vs liberación en Freire

Opresión vs liberación en Freire

Por Danilo Chinea*

Paulo Freire. Rescatado de cronicon.net

 

VAMOS ha asumido a la Educación Popular (nada que ver con el PPD) como su metodología educativa. El máximo exponente de esta Educación Popular fue Paulo Freire, quien dedicó casi toda su vida adulta a practicar y teorizar sobre Educación Popular. Escribió numerosos libros y documentos sobre este tema, pero es su “Pedagogía del oprimido” el libro más traducido y ampliamente conocido de su basta obra. Aquí elaboro sobre uno de sus capítulos que considero el más pertinente para la situación actual por la que atravesamos en Puerto Rico.

En el capítulo 4 de “Pedagogía del oprimido” Freire elabora sobre las acciones opresoras y las contrasta con las acciones liberadoras. Contrapone la conquista, división, manipulación e invasión cultural, como acciones opresoras, a la colaboración, unión, organización y síntesis cultural del proceso liberador.

Las acciones de conquista no solo incluyen las más burdas de la militar o policial sino también algunas que aparentan ser benignas como el paternalismo. Toda conquista implica un sujeto (el conquistador) y un objeto (el conquistado) quien pasa a ser posesión del conquistador. La conquista resulta en el establecimiento de un conjunto de mitos en las mentes de l@s oprimid@s, algunos de los cuales podemos reconocer con claridad en Puerto Rico: el mito de que el orden opresor es un orden de libertad (o de democracia), el mito de que ese orden respeta los derechos de la persona, el mito de la generosidad del opresor y el mito de la superioridad del opresor y la inferioridad del(a) oprimid@.

La acción de dividir se resume fácilmente en el refrán, “divide y vencerás”. Dividir incluye la promoción del individualismo, el ponernos en contra de nuestr@s amig@s de grupo, gremio o clase, la imposición de liderato desde el opresor y la demonización del liderato liberador, entre otros mecanismos.

Manipular conlleva varias acciones de parte del opresor que incluyen la promoción de los mitos mencionados arriba. También se da por medio de “pactos” que no lo son; nuestro ejemplo más cercano es el Estado Libre Asociado. También se manipula con propaganda o publicidad que nos crea ilusiones o expectativas de un bienestar que pudiera llegar si aceptamos las promesas o acciones del opresor, como es la ilusión de ser protegid@s por la junta de control fiscal.

Sobre la cuarta acción opresora, la invasión cultural, l@s puertorriqueñ@s debemos sentir orgullo de no haber claudicado por completo a ella. Esa invasión cultural consiste, según Freire, “en la penetración que hacen los invasores… imponiendo [a l@s invadid@s] su visión del mundo”. En Puerto Rico el segundo gran invasor no pudo imponer su idioma inglés, lo resistimos entonces y aun lo resistimos, como resistimos al mantener nuestros rasgos culturales en la música, el deporte, las artes gráficas, etc. A pesar de la invasión seguimos destacándonos en el ámbito cultural a nivel mundial. Pero la amenaza se mantiene de maneras más sutiles como el mercadeo de productos externos que, al verlos cuidadosamente, no son mejores que los nuestros, que los que nosotros hacemos o que aquellos que pudieran llegarnos si no tuviéramos las barreras que nuestro opresor nos impone (dificultándonos conocer y disfrutar otras culturas y sus productos).

Mientras en la acción opresora de la conquista el opresor convierte al(a) oprimid@ en una simple cosa (en un objeto), en la acción liberadora “sujetos se encuentran, para la transformación del mundo, en colaboración”. Esta colaboración se hace más efectiva por el mecanismo del diálogo, en el que tod@s participamos equitativamente desde nuestros saberes y acciones.

Mientras en la acción opresora, el opresor mitifica al mundo para dominar mejor, en la acción liberadora l@s sujetos descubren y construyen su mundo con su palabra y su acción.

Contrario a la acción opresora de dividir para dominar, en la acción liberadora trabajamos para construir la unión de sujetos. Pero como la acción opresora construye una mitología que lleva al(a) oprimid@ a aspirar a ser como el opresor, a llevarle dentro de sí, un primer paso liberador requiere desmitificar esa aspiración del(a) oprimid@.

Para antagonizar la manipulación útil del opresor el proceso liberador requiere la organización del Pueblo. La organización requiere de “liderazgo, disciplina, orden, decisión, objetivos, tareas que cumplir y cuentas que rendir” pero sin manipulación ni cosificación (o sea, convertir en cosas) del Pueblo.

Finalmente, la síntesis cultural, implica la maximización de las capacidades creadoras de l@s sujet@s producto de haber alcanzado su liberación.

Posibles preguntas generadoras para allegar estas ideas a la situación actual en Puerto Rico:

¿Cuáles acciones recientes podemos identificar como opresoras, cuáles como liberadoras? ¿Cuáles barreras podemos identificar que limitan acciones liberadoras adicionales? ¿Cómo podemos adelantar otras acciones liberadoras en la situación actual de Puerto Rico?

 

*Coordinador del Equipo de Educación de VAMOS. La primera versión de este artículo fue publicada el 19 de julio del 2019 en codadefav.wordpress.com

 


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