Por Cristina Ramírez Doval

Fotógrafa de oficio y empresaria por vocación, estas son las palabras que describen a Melissa Cortés, propietaria de El Mercado Libre en Santurce. Este centro comercial, ubicado en la Parada 18, abre sus puertas al público todos los días de 10 de la mañana a 6 de la tarde. Lo que distingue a este negocio de otros centros de compras es el modelo empresarial que ha impulsado su creadora. Al día de hoy, El Mercado Libre ofrece 35 marcas en lo que se podría llamar una tienda por departamentos, y todas pertenecen a comerciantes puertorriqueños.

Los clientes que visiten El Mercado pueden encontrar desde alimentos confeccionados por manos locales, hasta productos de higiene, joyería, ropa, muebles, y otros artículos para el hogar. Cortés indicó que los productores interesados en exhibir su mercancía usualmente la contactan para sostener una reunión. En dicho encuentro, los solicitantes deben evidenciar que poseen las licencias y certificaciones requeridas por el Gobierno para operar como pequeña empresa. De igual forma, Cortés asiste a ferias de artesanías en busca de posibles marcas para representar.

El origen de El Mercado es uno particular, puesto que manejar un espacio comercial tan grande no se encontraba en los planes a corto plazo de su actual propietaria. Melissa Cortés trabajaba como fotógrafa, e intentó de varias maneras emprender por su cuenta. “Había hecho otros proyectos con fotografía, hice un calendario, traté de hacer una guía turística de Puerto Rico”, explicó. Su labor comenzó a generar frutos cuando la empresa Costco le hizo una oferta de negocios para ella vender artículos en liquidación de esta compañía en su propia tienda.

Fue así como Cortés abrió El Almacén, también localizado en Santurce. “Me atraía clientela de escasos recursos porque vendía barato”, sostuvo. En la búsqueda de subsanar otros espacios en el área, un amigo le enseñó un estacionamiento multipisos vacío, el cual encontró perfecto para ella.  Ya que a Cortés le pareció muy grande, dialogó con el arrendador para que este le diera un plazo de tiempo para encontrar otras personas con quienes compartir el alquiler. Las ocho personas que respondieron a su convocatoria eran mujeres empresarias. “Han usado Mercado Libre como un escalón o plataforma para luego ellas montar su propio show”, destacó Cortés, resultado del cual dijo sentirse muy orgullosa. Señaló que tal fue el caso de Linda Mami, marca expuesta en El Mercado Libre, y que hoy cuenta con su propia fábrica de jabones.

Cortés agregó que uno de los mayores beneficios de su proyecto es lo costo eficiente que resulta. Muchos productores locales son incapaces de pagar por un espacio para vender su mercancía, y aunque carezcan de tienda física, El Mercado los representa. “Tengo estacionamiento, lo cual es algo raro en Santurce, cuando se llena, hay estacionamiento cerca en la calle, [El Mercado Libre] ubica cerca de Condado, Miramar, se puede llegar en bicicleta”, mencionó Cortés como las ventajas de su localidad.

A su vez, esta adelantó dos inauguraciones que se aproximan dentro de la estructura, un colmadito de productos como los que se encuentran en la plaza del mercado y El Chinchorro, donde venderá comida puertorriqueña a buenos precios. Al momento, El Mercado Libre cuenta con un “coffee shop” llamado Rincón, el restaurante La Cruditería cuyo concepto es crudo vegano, y una tienda de artículos de segunda mano llamada Simple.

Cortés lamentó que al día de hoy el consumidor puertorriqueño conozca poco sobre la importancia de comprar productos de aquí. Subrayó la necesidad de esta dinámica puesto que la actividad económica en comercios locales evita la fuga de dinero de nuestra Isla. “Otras tiendas alegan vender mercancía hecha aquí pero realmente es manufacturada aquí y el dinero que genera no se queda en Puerto Rico”, aclaró. Aseguró en este sentido estar comprometida con su País y que es por esto que El Mercado Libre es un concepto comercial diferente.

Sobre PRTQ

Todos los textos que se agrupan bajo esta firma son publicados por la redacción de PRTQ en colaboración con organizaciones, amigos o amigas de los movimientos comunitarios.