Organizaciones unidas bajo el lema “Queremos sol”, denuncian y señalan que LUMA Energy utiliza un discurso ambiental para adelantar aceptación en la ciudadanía, mientras que su propuesta sólo beneficia a los dueños de la compañía.

La denuncia nace a escasas horas que la empresa privatizadora de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), LUMA, confirmará por escrito que no impulsará la transformación radical del modelo energético que Puerto Rico necesita para tener un servicio confiable a base de energía renovable.

Las organizaciones que apoyan la propuesta Queremos Sol señalaron que el contrato de LUMA no le conviene a Puerto Rico y debe cancelarse, ya que impedirá alcanzar las metas de energía renovable utilizando sistemas solares en techos, propuestos a nivel internacional, con el fin de reducir la quema de combustibles fósiles.

En una moción presentada el 14 de abril, ante el Negociado de Energía de Puerto Rico, LUMA hizo referencia al Estudio de Integración de Recurso Solar Distribuido en Puerto Rico, presentado por la organización Cambio en colaboración con el Institute for Energy Economics and Financial Analysis (IEEFA). El estudio de modelaje del sistema eléctrico de la isla confirmó que con los $9,600 millones de fondos federales disponibles, Puerto Rico puede asegurar de manera costo-efectiva el 100% de los hogares con energía renovable en un plazo de 15 años, según propone las organizaciones ambientales.

“En su moción, LUMA reconoce como sensato el análisis del informe y reconoce que mejorar la resiliencia del sistema, así como alcanzar los objetivos de energía renovable es crítico para Puerto Rico”, señáló Ingrid M. Vila Biaggi, presidenta y cofundadora de Cambio, entidad proponente de Queremos Sol. Vila añadió que la empresa insiste en su plan de gastar el dinero federal disponible en reparar el mismo sistema eléctrico actual en vez de impulsar una transformación como propone el estudio.

Por su parte, la abogada Ruth Santiago del Comité Diálogo Ambiental,  expresó que “LUMA confirma que la combinación de sistemas fotovoltaicos distribuidos y almacenamiento de energía es una herramienta para alcanzar las metas y que los costos generales de estos sistemas bajarán, pero descarta de plano esta ruta hacia la seguridad y justicia energética”.

La moción en la que LUMA consigna su agenda con el sistema eléctrico de la isla, responde a una resolución del Negociado de Energía para que las partes interventoras presenten sus recomendaciones y respuestas a preguntas de los sectores interesados como parte de los procesos de optimización de las inversiones de distribución y transmisión de minirredes.

En opinión de los grupos ambientalistas, LUMA viene a administrar bajo el mismo paradigma corporativo, adoptando las medidas que le generen más ganancias sin importar si estas perjudican a la gente. Añadieron que la compañía rehúye la inversión en la conversión  a energía renovable por el costo en mano de obra que implica la transición

“Un sistema que crea empleos, ahorros y seguridad para la gente no le conviene a LUMA, pero a Puerto Rico sí”, dijo Myrna Conty, coordinadora de la Coalición Anti-incineración y quien apoya la propuesta Queremos Sol.

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