La Serigráfica: un proyecto artístico al servicio de la patria

La Serigráfica: un proyecto artístico al servicio de la patria

Foto por Francisco Santiago Cintrón. | Steven Rivera (izquierda) y Oscar Meléndez (derecha).

El calor mañanero de la avenida Haydeé Rexach se entremezclaba con el humedal y el polvorín del centenar de carros que entraban y salían rumbo a sus destinos de trabajo. Al llegar durante la mañana a lo que pudiera ser el comienzo, o el final, de uno de los barrios más poblados e históricos del país, solo quedaba un viraje a la derecha para llegar hasta la entrada de la Escuela Santiago Iglesias Pantín de Barrio Obrero – Marina. Esta escuela es parte de las tantas que cerraron debido al mal manejo gubernamental y las privatizaciones. Afortunadamente, su infraestructura continúa intacta gracias a los esfuerzos comunitarios de múltiples personas naturales a su geografía. Realizar esta entrevista a Oscar Meléndez y Steven Rivera fue posible gracias a ese esfuerzo comunitario ya que, a raíz de un acuerdo colaborativo, su iniciativa conocida como La Serigráfica logró tener su espacio en uno de los salones de la escuela. Oscar y Steven, junto a otros artistas, han logrado crear un taller desde la Santiago Iglesias Pantín para continuar desarrollando arte al servicio de la comunidad. Así surgió, orgánicamente, el salón. Un salón escueto que, con sus paredes repletas de arte de La Serigráfica, sirvió como punto de encuentro para la conversación que sigue. Aquí nuestra conversación con los fundadores del taller La Serigráfica.  

 

Francisco Andrés Santiago Cintrón: Siempre es bueno comenzar por lo más básico. ¿Qué es la Serigráfica?

 

Oscar: La Serigráfica es un proceso, es el comienzo de algo que se empieza a concretizar. ¿Qué es lo que ha ocurrido que nos hizo desembocar en La Serigráfica? Desde los inicios de los estudios universitarios me vi inclinado a lo creativo y terminé en el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Para ese tiempo tenía contacto con el grabado pero, particularmente en ese momento, tenía un contacto con la serigrafía. Con respecto a las posturas ideológicas y los sentimientos que tenía para la época empecé a hacer diseños para camisetas. Es así que conocí de un espacio particular que también incluía el trabajo comunitario: Iglesias sin Paredes, Comunidad Jesús Mediador. Al llegar a ese espacio a conocer la serigrafía y las herramientas que se utilizaban, pues me llamó mucho la atención. A ello se le une no solo lo artístico sino el sustento económico. Básicamente de ahí seguí haciendo materiales y proyectos. Es así que surge la iniciativa de hacer cosas en conjunto.

En esos procesos es que comienzo a salir de la universidad hacia otras comunidades como, por ejemplo, Capetillo, a través iniciativas de la Junta Comunitaria y otras organizaciones comunitarias. Para mí siempre fueron interesantes los movimientos entre Capetillo y la Universidad, separados por la Gándara. Sentía que también venía de ahí y así se fue dando la cohesión entre hacer cosas artísticas y comunitarias. Entonces trabajábamos en el huerto de Capetillo y de ahí surgían talleres y colaboraciones artísticas. Es en esencia a partir de estas experiencias que, con el tiempo, se concreta La Serigráfica como un proyecto creativo y taller de impresión administrado por artistas.

 

¿Formalmente cuándo se crea La Serigráfica?

 

Oscar: Formalmente se crea para el 2018. Ese año es que comenzarnos a llamarnos La Serigráfica. Desde antes ya habíamos comenzado a tener intercambios entre compas y ello llevó a formalizar el espacio.

Steven: Lo que pasa es que en la universidad siempre estuvimos buscando espacios para trabajar, para hacer cosas fuera de la universidad, fuera del marco académico. A su vez era la búsqueda de crear un taller fuera de la universidad ante la falta de recursos. La universidad cerraba, el taller cerraba, la biblioteca cerraba y uno tenía que hacer las cosas en su casa, en su cuarto. Para mi era mejor trabajar en colectivo y de ahí comenzamos a hablar en grupo para unirnos y buscar un espacio.

 

¿Qué les mueve a formar ese espacio de taller? Ya hablaron un poco de la búsqueda del taller, pero ¿cuáles son los elementos sustantivos para organizarse en colectivo?

 

Steven: Para mí uno de los elementos cruciales es la lucha, uno quiere trabajar en colectivo. Por otro lado, la cultura del tallereo obliga a trabajar en grupo y de ahí uno se nutre. Además, deseamos hacer algo con el medio de la serigrafía.

 Oscar: Es una necesidad de tener una autonomía. En casa hubo un colmado que era de mi familia y ese espacio siempre fue autónomo. Eso se quedó en mí. Esa forma de criarme, de ver el espacio de trabajo, de una forma u otra se manifestó en lo que hago hacia lo autónomo, donde uno sea quien esté desarrollando y creando. Lo que hacemos aquí lo podemos hacer en muchos espacios o imprentas grandes industriales, pero eso no es lo único que queremos hacer y por eso buscamos un espacio laboral, pero también creativo que logre la colaboración tanto con lo comunitario como con pares y otros artistas o personas con energía creativa. Es el interés de tener un espacio donde nos sentamos en casa.

 

Entre tantos medios artísticos, ¿por qué el grabado?

 

Steven: Porque creo que la serigrafía es el medio más accesible. Permite la reproducción de muchas imágenes de la misma obra y puedes hacerlo más accesible para más personas. No como una pintura que haces una, la vendes, y ya. Una pintura la gente no la podrá apreciar, sino solo una persona es quien puede apreciarla. Eso ayuda a que el mensaje corra y que lo que quieres decir llegue más lejos, lo cual también es uno de los objetivos. Por último, escogimos la serigrafía por el elemento comercial de las camisas u otro tipo de cosas para sustentarnos.

 Oscar: La realidad es que, dentro de todos los medios, aún cuando uno le gusta hacer muchas cosas, el grabado me tocó. Es con lo que me siento cómodo. La dinámica del tallereo colectivo también fue importante en la medida en que es una comunidad. Es un espacio más comunitario, donde todos aportan. A su vez es un punto medio en el cual podemos por un lado lograr lo creativo, pero por otro lado hacer más accesible el arte, a nivel comercial, para garantizar esa autonomía que buscamos.

 

En el transcurso de la entrevista ustedes han expresado sus experiencias de formación que llevaron a la creación de La Serigráfica. Quisiera preguntarles: ¿qué elementos de la realidad puertorriqueña que han vivido forman parte del proyecto? ¿Cómo esa realidad se integra a su trabajo?

 

Steven: Bueno, si nos vamos culturalmente, aquí hay una cultura de serígrafía, de grabado, donde particularmente desde 1950, hubo una generación de artistas que utilizaron este medio para hacer sus obras. Uno en ese sentido tiene inspiración de ellos y lo que quiere es elevar esa cultura de cartel y de grabado.

Oscar: Por mi parte, tomamos de referencia esa época, la experimentación del medio y lo que se hizo. Si bien ahora es una época donde ese proceso se mira como que “ya eso pasó”, ¿por qué no retomar esas iniciativas y trabajarlas en el día de hoy más allá de donde se quedaron cortos?

 

En esa dirección, ¿qué relación, si alguna, ven entre el arte que hacen y la acción comunitaria que forma parte de su formación? ¿Cuáles son los elementos que mueven ese tipo de colaboración comunitaria?

 

Oscar: Algo que siempre he pensado es que el cartel y la serigrafía son la manera en que he podido expresar lo que quiero decir. Me llamó mucho la atención esa habilidad de expresar visualmente lo que se escapa en palabras.

¿Y qué es lo que quieres decir?

 

Oscar: Me interesa inquietar a las personas en torno a la cotidianidad que se vive. Expresar mis dudas y mis inquietudes en torno al mundo en que vivimos. Por qué deciden las personas hacer unas cosas y no otras. Me cuestiono eso como sujeto y se manifiesta en lo que hago porque creo no puedo ser el único que tiene que estar haciendo estas preguntas.

 

 Steven, ¿qué es lo que tú quieres decir?

 

Steven: A mi me gusta hablar de lo que ocurre en Puerto Rico. Me motiva siempre estar pendiente a lo que está pasando en el país para plasmarlo en un papel. Creemos que el arte puede ayudar a otras personas a que se descubran, que puedan bregar sus situaciones. Es así como hemos logrado trabajar en Villas del Sol, lo cual fue de mucho aprendizaje para nosotros, y nos dimos cuenta, luego de dar los talleres, que surgió algo más allá de meramente dar talleres.

 

Ante esas experiencias, ¿cómo ven La Serigráfica al futuro? ¿Cuál quieren sea la aportación de La Serigráfica al país?

 

Oscar: Hemos pasado por unas experiencias. Ha sido a través del arte que hemos conocido y aprendido de muchas cosas. Queremos tomar esas experiencias y hacer posible, fomentar, que estas experiencias las puedan tener otras personas. Desde tener un taller de grabado, hasta fomentar el trabajo creativo. Queremos mostrar que el arte es una herramienta muy útil para acercarse a lo que ocurre en la vida y lo que le ocurre a uno. En fin, además de un espacio de nosotros crecer creativamente, también puede ser un espacio de colaboración con otras personas y otros proyectos. Nosotros tenemos una visión muy particular de lo que es diseño y lo que es grabado. Para nosotros, tomando inspiración de la DIVEDCO, sí creo que hay algo de utilidad en el diseño y la imagen. Ahora mismo la calle está llena de pasquines y hay dinero moviéndose, y eso es así porque eso crea resultados. Influye a las personas que ven esas imágenes. ¿Entonces, esas mismas prácticas no podrían ser utilizadas para otros fines que nos influyan mucho más en nuestro diario vivir? ¿Entonces cómo fomentar ese tipo de uso para nuestras ideas?

 

¿Entonces, hacia qué tipo de ideas desean dirigir ese uso (de pasquines)? ¿A qué dirección quieren llamar a las personas que vea ese pasquín?

 

Oscar: El fin, para mí, es intentar fomentar un quiebre en el tren de vida. Mi meta es que, no importante la cantidad, con que a alguien le jamaquee su día (al mirar la imagen) y tome una pausa y mire a su alrededor para preguntarse si estamos bien y qué queremos hacer, pues esa es la meta. Es lo que trato hacer cuando hago arte.

Steven: Quiero que cuando vean el arte reflexionen de nuestra situación, que se muevan a denunciar todas las cosas que están sucediendo. Que lo que se muestra en la imagen es algo que nos afecta y dejar eso claro para la posteridad. Para mí no es solo lo estético, sino que piensen o sientan sobre lo que sucede en el país. Que se hizo algo más allá que algo meramente comercial, que es algo que mejoró o impacto a la comunidad de alguna forma.

 

Finalmente, ¿quiénes componen La Serigráfica?

 

Oscar: Nosotros somos los más activos. Hemos tenido seis siete artistas colaboradores. Gente como Kenneth Cardona Bravo, que es ilustrador, Raquel Torres Arzola, quien es artista, Gabriela Valentín, que también trabaja con el tema del diseño de moda, Gabriel Julián y José Luis Vargas, artistas plásticos ambos. Ese ha sido más o menos el núcleo de personas recientes que han aportado al proyecto. Claro, hay más gente e inevitablemente, aunque quizás haya pasado el tiempo, han aportado de una forma al proyecto y han ayudado a forjar la dirección a donde se quiere ir.

 Steven: También, somos un taller abierto a la comunidad local, artística y creativa, no tienes que ser miembro del colectivo para visitarnos, conspirar y crear. Queremos que esto sea un espacio abierto para todes donde podamos colaborar y crear proyectos juntos.

 

 ¿Algún último mensaje de La Serigrafica a nuestros lectores?

 

Steven: No se quiten y sigan sus sueños, esa es la que hay.

Oscar: Hay que atreverse a hacer las cosas. Te dirán que estás al garete o a lo loco, pero ese es el momento para perseverar. Hay que seguir metiéndole.


Sobre Francisco Santiago Cintrón
Francisco Santiago Cintrón

Natural de Guayama, Puerto Rico, Francisco Andrés Santiago Cintrón cursó estudios de ciencias políticas y relaciones laborales para luego completar estudios en la Escuela de Derecho en la Univers


Únete a nuestra comunidad y apoya a PRTQ

Para continuar haciendo nuestra labor de forma económicamente sustentable, contamos con las contribuciones de nuestra membresía.

Por tan solo $5 al mes, nuestra membresía recibe un email mensual con un resumen de todos los artículos que publicamos ese mes, y tiene la habilidad de dejar comentarios en los artículos en nuestra página web y participar así de la conversación que generen nuestros y nuestras autores y autoras.