El G-8 Inc. hace un llamado a que se incorporen medidas de corte social en la gestión del gobierno

Evidenciando que quedarse en casa no es igual para todos,  los residentes de las comunidades aledañas al Caño Martín Peña tuvieron que lidiar con una inundación de aguas usadas a raíz de las lluvias de la tarde de ayer, aumentando el riesgo a dengue, asma y enfermedades alérgicas en medio de la crisis del COVID 19.

En busca de evitar inundaciones cada vez que llueve, los residentes de la zona llevan años exigiendo se inicie el proyecto de dragado del cuerpo de agua que ubica alrededor de sus comunidades.

“Cuando me levanté esta mañana pisé y había aguas usadas en mi casa. Ahora, además del trabajo voluntario que hago apoyando a la población sin hogar y con adicción, y de tratar de mantener al día a mi hijo de educación especial que de por si no recibe los servicios que requiere, tengo que bregar con esto”, narró Magda Rodríguez, líder comunitaria del sector Barrio Obrero San Ciprián.

Las comunidades aledañas al Caño Martín Peña es uno de los sectores más densamente poblados del país, donde muchas familias viven en condiciones de precariedad, hacinamiento y sin servicios de infraestructura básicos.

“Hoy tuve que usar los mismos detergentes que eran para protegernos del Coronavirus en limpiar mi casa por la inundación. No está fácil, estoy exhausta”, señaló Rodríguez mientras limpiaba su casa.

“Con esta inundación se debilita aún más la salud de nuestra gente y se suma al ambiente de incertidumbre, desasosiego y necesidad económica que muchas familias están viviendo a raíz de la crisis del Coronavirus. El que por años los gobiernos no hayan respaldado contundentemente nuestro plan de desarrollo integral puede costar vidas”, señaló Lucy Cruz Rivera, presidenta del G-8.

El grupo organiza las ocho comunidades y forma parte de la Mesa Social, quienes reclaman se trabaje una política pública que atienda las condiciones de desigualdad, marginación y pobreza que viven miles de familias en el país.

“No es viable descansar únicamente en las organizaciones de base para asegurar que los vecinos tengan alimentos y materiales de higiene. No es razonable que los líderes comunitarios, muchos de edad avanzada, se expongan para ayudar a otros, cuando hay acciones de política pública que pueden y deben aliviar la situación”,  mencionó Cruz.

Los líderes comunitarios exigen que se ofrezcan alimentos a través de los comedores escolares y que estos sean accesibles a toda persona que lo necesite. Proponen además que se legisle en favor de una moratoria al pago de renta e hipotecas y se eviten así desahucios en masas.

El G8 reconoce que muchas de las familias que viven en las comunidades de este sector de Santurce laboran en áreas de la economía que se han visto afectas por las medidas de prevención tomadas por el gobierno para evitar el contagio del virus.

“Muchas personas se ganan el sustento mediante labores en la economía ‘informal’, como chiriperos y trabajo doméstico. Muchos otros son el personal de mantenimiento, gondoleros y enfermeras, quienes al momento se han quedado sin empleo”, sostuvo Cruz.

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