Por Cristina Ramírez Doval

Trabajar bajo un horario de oficina, aunque para muchos es compensatorio, se puede convertir en una rutina de la cual es difícil salir. Pese a que se labora al mismo tiempo que la mayoría de las personas a nuestro alrededor, existe algo en ese estilo de vida que desanima a las mentes más creativas. Cabe mencionar que la mayoría de quienes trabajan a tiempo completo, lo hace para un superior o una empresa, y no para sí mismos. Cuando la ambición se apodera de este tipo de personas, es mucha la creatividad que se ve en los proyectos que desarrollan.

Tal es el caso de Lemuel Pérez, propietario de Cafelados Coffee Shop y de Paletados en el área oeste. Ya que Pérez posee estudios de bachillerato y maestría en Contabilidad y Finanzas, fungió como gerente de proyectos en dos compañías distintas en Aguadilla. Su esposa, Zuleimaris Soto es bióloga de profesión aunque proviene de una familia de comerciantes. Ambos tenían trazada la meta de emprender en un negocio, y aunque tenían visiones distintas, encontraron la manera de integrarlas en un solo concepto.

A Soto le interesaba una tienda de helados, mientras que Pérez quería abrir un coffee shop. Al unir las ideas, fue que surgió el nombre del primer local en la carretera #2 de Aguada, mejor conocido como Cafelados, el cual tiene 12 años desde su apertura. El establecimiento también ofrece comidas ligeras y saludables para acompañar los dos productos principales que se venden. Para dar forma a la empresa que ambos imaginaban, el matrimonio se certificó como barista y mercadeó su café como uno gourmet.

La dicha que trajo el primer establecimiento a los dueños los motivó a abrir una segunda tienda, esta vez ubicada en la Cooperativa de Aguada, a cuatro años de la fundación de la primera. Pérez laboró por 13 años en el sector privado hasta la apertura del tercer Cafelados, en el Paseo Real Marina en Aguadilla. “Es mucho más trabajo, mucho menos tiempo libre, pero haces lo que te gusta así que lo haces con empeño”, consideró al comparar las experiencias de trabajar para alguien más versus para sí mismo.

De hecho, Pérez mencionó que al ser capaz de laborar en colaboración con su pareja, las tareas se dividen y se vuelven más llevaderas. Señaló que se les hace posible dividir el tiempo para visitar sus establecimientos debido a la disciplina creada entre ambos. Existe un complemento a la marca que estos dirigen; se trata de la tienda Paletados en Aguada y Mayagüez.

En viajes realizados recientemente, Soto y Pérez se dieron cuenta de la tendencia que existe de comprar paletas de helado en las calles de países cercanos al nuestro, cuyo clima es similar. Aprendieron entonces a elaborar estos refrescantes postres mientras incorporaban sabores autóctonos de Puerto Rico, como el mangó y el dulce de leche. Paletados fue tan exitoso que la tienda de Cafelados en Aguadilla cuenta con las deliciosas paletas en su oferta, un año después de haber salido al mercado en Mayagüez.

Pese a los retos que se presentaron en el 2017, Cafelados y Paletados continúan en un proceso de expansión. Luego de haberse concretado en mayo de ese año la apertura de Paletados en la Sultana del Oeste, el paso de María por la Isla atrasó los planes establecidos. Para todos los locales, el reto más grande fue la falta de agua y luz, obstáculos que lograron sobrepasar los dueños con la compra de cisternas y generadores. “En todas las tiendas ha sido un reto porque ha mermado la clientela, hay menos personas haciendo turismo interno, pero se ha trabajado fuertemente para recobrar lo que se perdió”, aseguró Pérez, quien adelantó que próximamente contarán con un nuevo establecimiento en la zona norte del País.

Para más información sobre sus productos y localidades, pueden visitar https://www.cafelados.com/.

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