En San Juan es muy común ver manifestaciones de todo tipo. Las calles del viejo San Juan han sido escenario de protestas sindicales, ambientales, independentistas y hasta en pro de la legalización del cannabis. Esa suerte no la corren otros centros urbanos del país, donde la protesta no es la norma.

El estallido social promovido por el escándalo chat de Telegram y los recientes casos de corrupción han hecho que miles de ciudadanos asistan a protestas por primera vez en sus vidas. Si ver a miembros del Partido Nuevo Progresista, como el caso del alcalde de Bayamón, Ramón Luís Rivera, hacer expresiones en favor de la renuncia del gobernador resulta sorprendente, impresionante es ver a ciudadanos de bastiones municipales del partido en gobierno, llegar hasta las plazas públicas utilizando la protesta como medio de expresión ciudadana.

Hay decenas de municipios donde la única expresión democrática que se conoce es la votación cada cuatro años. La práctica anterior había hecho de nuestra democracia una puramente representativa, dejando en manos de los políticos electos las decisiones importantes de política pública del país.  Al parecer esto se acabó, y así lo retifican los ciudadanos que se tiraron a la calle exigiendo la salida del primer mandatario en municipios como San Sebastián, Moca y Arecibo .

“Este es el pueblo de San Sebastián, manifestándose. La mayor parte del pueblo, no puedo decirte que todo, pero la mayor parte del pueblo está totalmente indignado con los actos de corrupción. No solamente por el chat, sino por todos los actos que han oprimido al pueblo, que lo han mantenido en una situación de sujeción sin ninguna posibilidad de mejorar. Así que estamos aquí, el pueblo, la iglesia, entidades publica, cívicas, cumpliendo nuestra labor ministerial para con el pueblo”, expresó la reverenda Iris Dalia Santoni del pueblo de San Sebastián.

La misma actitud se pudo apreciar en la manifestación realizada en la plaza pública de Arecibo, donde decenas de ciudadanos cantaban consignas al son del sonido de las ollas de sus respectivas casas en lo que llamaron “el cacerolazo Ricky Renuncia”.

La trillada frase “son los mismos de siempre” parece no aplicar en las decenas de manifestaciones que se han llevado en los distintos pueblos alrededor de la Isla. “Estamos bien indignados, porque lo último que colmo la copa, fue lo que se habló en los chats de los muertos. Eso de que se lo iban a tirar a los buitres. Eso a la gente los puso de mal humor y eso no le gusta a nadie”, concluyó América Ortiz Vélez, ciudadana de Pepino.

* Esta nota fue posible gracias a la colaboración de Joel Ríos Soler.

Sobre Ángel Pérez Soler

Trabajador Social e Historiador