A solo días de conmemorar el Día de la Abolición de la Esclavitud en Puerto Rico, los secretarios de Comercio y del Trabajo anunciaron una iniciativa para obligar a regresar a sus trabajos a quienes fueron despedidos durante la emergencia de la pandemia, esto bajo las mismas o peores condiciones de empleo, so pena de negarle su derecho a la paga por desempleo.
Para implementar su “novedosa” propuesta inaugurarán un portal en la internet donde los patronos someterán la información de los empleados que despidieron y que no están dispuestos a regresar a trabajar en las mismas condiciones.

Entonces, el Secretario del Trabajo le confiscaría preventivamente el pago de la compensación extraordinaria federal por desempleo a quienes decidan que no regresan a trabajar al establecimiento de donde le despidieron.

A todas luces esta movida tiene visos de ilegalidad, ribetes de extorsión que se define como la “presión que se ejerce sobre alguien mediante amenazas para obligarlo a actuar de determinada manera y obtener así dinero u otro beneficio”.

Esta medida está montada también sobre los prejuicios que nos han impuesto por décadas de que las y los boricuas somos “vagos”, “mantenidos”, “cuponeros”, etc. y por tanto, nos merecemos que nos den fuete para que trabajemos y aceptemos las condiciones precarias de empleo prevalecientes en Puerto Rico.

El señor Manuel Cidre, representante oficial de la clase patronal en el Gabinete del Gobernador, nos quiere convencer de que los salarios miserables y las condiciones laborales impuestas por la Reforma Laboral no son el problema, sino las ayudas federales que son “demasiado generosas”. Y mientras Cidre hace alardes de filántropo, así promueve el empobrecimiento de las familias trabajadoras.
Confiamos que esta propuesta infame no se ejecutará y se agilizarán las ayudas a quienes las necesitan y merecen.

*El autor es Vicepresidente del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores

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