Con la aprobación de la ley 121 del 2019, y el recorte de 8.5% a las pensiones, la sobrevivencia  de las personas de edad avanzada se hace más compleja. El problema se agrava ya que sobre el 25% de la población está en el renglón de edad que les cataloga como viejos o viejas. Esto suma un total de  855,708 personas.

Para la Brigada 3era Edad, no hace sentido el recorte del 8.5% a las pensiones, ya que entienden que el costo social será muy alto. Organizaciones a nivel internacional han enfatizado la necesidad de mejores servicios para la población vieja, mientras en Puerto Rico se busca recortar más del menguado salario de los pensionados.

“Las disminuciones en el retiro podrían implicar un aumento en la pobreza, la violencia y el abandono. En la actualidad las familias tienen  retos en el empleo, estabilidad y economía, lo que hace estos recortes unos nefastos”  comentó Amada García, presidenta de la Brigada 3era Edad.

Para García, las políticas públicas del gobierno y la Junta de Control Fiscal solo muestran insensibilidad. La también trabajadora social hizo un llamado a denunciar públicamente a los políticos que están supuestos a defender a los ciudadanos, pero que colaboran con los mandatos de la Junta de Control Fiscal impuestas por el Congreso de Estados Unidos.

“La vejez necesita ser escuchada y valorada hoy, mañana será demasiado tarde” concluyó García.

El recorte a las pensiones, se une a una serie de medidas que reducen la prestación de servicios a la ciudadanía. Se pronostica que el impacto de estas políticas recaerá sobre los viejos y viejas, ya que son el sector que proyecta el mayor crecimiento demográfico.

Sobre PRTQ

Todos los textos que se agrupan bajo esta firma son publicados por la redacción de PRTQ en colaboración con organizaciones, amigos o amigas de los movimientos comunitarios.