por Cristina Ramírez Doval

“Esto es una alternativa para todas esas personas que están tratando de llevar una vida zero waste y en más armonía con el medio ambiente”. Así describió su negocio Doriliz Martell, joven natural de Cabo Rojo, creadora de la línea El baile de las abejas.

Su propuesta se basa en la elaboración de coberturas elásticas biodegradables que sustituyen el uso del plástico para cubrir frutas, vegetales, snacks y envases. Son además reusables. Lo que comenzó como una búsqueda para tener más utensilios eco amigables en su hogar, se convirtió en su primera empresa.

Martell siempre se ha dedicado a sustituir artículos que sean desechables por aquellos más ecológicos. Fue en medio de estos esfuerzos que descubrió las coberturas elásticas hechas con cera de abejas. Al no poder encontrarlas a la venta en Puerto Rico, decidió ordenarlas y se dio cuenta de su eficacia.

“Inicialmente yo lo que quería era traerlas de una compañía que las hace y revenderlas acá”. Pronto se se dio cuenta de que resultaría muy costoso importarlas y más costoso aún revenderlas al público.

El interés de Martell ha sido promover el uso de estos materiales, razón por la cual buscó el proceso para elaborar las envolturas y comenzar a fabricarlas por sí misma. Desde entonces ha trabajado su propia receta, a base de la cera de abejas, resina natural, aceites naturales y algodón. Su producto fue un éxito entre familiares y amigos y, tras quedar desempleada inesperadamente, decidió convertir esta práctica en su fuente de ingreso principal.

Ha trabajado en la manufactura de las envolturas desde noviembre del año pasado. Vende los encargos a nivel local y también los envía a Estados Unidos. Además, se enorgullece en trabajar distintos estilos y medidas, de acuerdo a lo que soliciten sus clientes.

El nombre de la línea también posee un significado especial para Martell. Aparte de ser la materia prima que utiliza para las envolturas, la caborrojeña posee una maestría en entomología. Por esa razón consideró que el mejor nombre para la empresa sería El baile de las abejas, ya que denota su pasión por estos estudios y la cera que utiliza como ingrediente principal en su receta. De hecho, Martell indicó que estos insectos realizan un tipo de danza para avisar en su colmena dónde han encontrado alimento, y de esto deriva el nombre.

La acogida de estas envolturas ha sido muy buena, tanto en la isla como en Estados Unidos. Martell comentó que muchas personas conocen de las envolturas y se muestran complacidas de que hayan llegado a suelo boricua. Por otro lado, hay quienes desconocían esta alternativa y deciden adquirirla por curiosidad.

“Gracias a esto me he dado cuenta que cada vez son más las personas que estamos interesados en tratar al planeta (Tierra) de una manera más noble”, sostuvo. El propósito principal de esta iniciativa es lograr que más ciudadanos sustituyan el uso del plástico, material que tarda de 400 a 1,000 años en desintegrarse.

Todos los interesados pueden acceder a las páginas de Instagram y Facebook bajo el mismo nombre El baile de las abejas.

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