Un 11 de agosto de 2000, el veterano educador Justo Méndez Arámburu se dirigió al Departamento de Estado para estampar su firma en la hoja de incorporación de lo que llamó Nuestra Escuela (NE).

Haciendo memoria de los 20 años de ese proyecto, Ana Yris Guzmán Torres, cofundadora y actual presidenta ejecutiva de la organización, expresó sus memorias de aquel día. “Recuerdo aquella mañana en la que Justo me contó el sueño. Mucha gente no sabe, pero este proyecto nace del proceso de sanación de la pérdida de Ana Mercedes (hija de Justo Méndez Arámburu)”, expresó Guzmán Torres.

“A 20 años del inicio del proyecto de NE, que en su primer lustro lucía inviable, reflexiono sobre lo que el pueblo de Puerto Rico será capaz de lograr. Es cuestión de un propósito digno, voluntad férrea, fe en la capacidad de la comunidad y trabajo incansable hasta la victoria. En esta segunda década, mi recuerdo y amor regresa a Ana Mercedes Méndez Jiménez, quien dio su vida para el proyecto”, señaló Justo Méndez Aramburu, cofundador de la organización.

Resulta que el proyecto cuyo propósito nació con el fin de honrar la memoria de Ana Mercedes Méndez Jiménez, ha impactado decenas de familias en el archipiélago puertorriqueño, brindando educación a los mal llamados desertores escolares. Para Ana Yris Guzmán Torres, “los desertores no son los jóvenes, los desertores son los adultos que no buscan alternativas para mantener el interés de la juventud en la educación”.

El último informe del Departamento de Educación relacionado a deserción escolar revela que  un total de 8,719 estudiantes decidieron no continuar sus estudios primarios o secundarios durante el año académico 2019-2020. NE ha servido a 1,651 jóvenes a través de sus 20 años de existencia. El proyecto cuenta con una taza de retención de un 95% y el 52% de sus egresados continúan estudios pos-secundarios. NE sirve a un promedio 300 estudiantes anualmente.

Con el fin de preservar ese interés en la educación, su modelo de enseñanza se basa en la educación personalizada, promoviendo que los intereses de los estudiantes sean considerados. La comunicación constante entre estudiantes y mentores es la espina dorsal del proyecto.

“Al momento de llegar a trabajar en NE no tenía claro cuáles serían los retos que, como profesional en el campo de la enseñanza, iba a enfrentar todos los días. Las destrezas y el conocimiento aprendido en la academia, en combinación con las experiencias que tuve en el campo de la enseñanza en distintos pueblos, quedaron limitados en comparación con el nuevo reto que presentó este escenario”, expresó Ángel Rivera, maestro con diez años de experiencia en NE.

Además de la educación personalizada, un tema que distingue la educación de NE es la libertad de cátedra con la que cuentan los especialistas de cada materia. “NE me ha permitido llegar al estudiante usando diversas técnicas y dinámicas que en la escuela tradicional no se me hubiese permitido implementar, aun cuando estas fueran factibles para lograr el proceso de aprendizaje en el estudiantado. ¡Y los resultados han sido avasalladores!”, dijo Rivera a preguntas de Puerto Rico Te Quiero.

A 20 años de su fundación, NE ha tenido que reinventarse para continuar su misión ante la pandemia del Covid-19. Para cumplir con su encomienda, NE fue la primera escuela en brindar sus clases en modalidad virtual.  Desde el 18 de marzo comenzó a brindar sus clases de manera virtual para todos sus participantes. El proyecto actualmente cuenta con un centro educativo en Caguas, además de la iniciativa Nuestra Escuelita la cual brinda servicios preescolares y de escuela elemental.

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