El Bosque Modelo de Puerto Rico entregó certificados a 17 participantes procedentes de 16 municipios de la zona centro-oeste de Puerto Rico que completaron la segunda edición del programa de capacitación solar para mujeres de la montaña.

“Históricamente, el campo de la energía solar ha estado dominado por hombres. Aspiramos a que el desarrollo de destrezas y conocimientos en energía renovable aumente las oportunidades de empleos para mujeres residentes de áreas rurales que desean integrarse al campo de la energía renovable, y un aumento en el número de mujeres líderes en los esfuerzos locales de sostenibilidad energética para proveer acceso a energía solar en muchas comunidades en la zona montañosa”, expresó José M. Santos Valderrama, Coordinador General del Bosque Modelo de Puerto Rico.

El proyecto culminó el 31 de octubre e incluyó 33 sesiones académicas, laboratorios prácticos y participación en tres instalaciones de equipos fotovoltaicos en facilidades comunitarias. Con la colaboración de la Asociación de Consultores en Energía Renovable de Puerto Rico, las participantes también completaron internados en compañías de energía solar remunerados por el Bosque Modelo. El curso utilizó el currículo de fundamentos de la energía solar de la reconocida organización, Solar Energy International (SEI), gracias al auspicio de la Fundación Segarra Boerman e Hijos, Oxfam América, Coordinadora Paz para la Mujer y Rader Family Trust.

En la huella del Bosque Modelo de Puerto Rico, existen áreas naturales protegidas, fincas agrícolas y cuencas hidrográficas importantes para el país. Los municipios que componen esta área enfrentan limitaciones de acceso a recursos de transportación, salud, educación y generación de ingresos en comparación a las áreas metropolitanas de la isla. 10 de los 20 pueblos más pobres de Puerto Rico son de la región de la montaña. La economista y portavoz de la Mesa Multisectorial del Bosque Modelo de PR, Martha Quiñones, explicó que “esta actividad va a la médula del desarrollo económico integral que se enfoca en mantener el uso balanceado de nuestros recursos. Ese es el futuro de nuestro desarrollo como pueblo, en especial cuando hacemos justicia a la población más vulnerable del área rural, las mujeres.”

La falta de oportunidades económicas contribuye a elevar los estresores en la familia y aumentar la dependencia que muchas mujeres tienen de sus parejas. Ambos, son factores que contribuyen a la proliferación de la violencia de género. Dariana Mattei Ramos, gerente de proyecto del Bosque Modelo dijo estar convencida que “el acceso a nuevas y mayores destrezas económicas, representa una alternativa para el apoderamiento y ruptura de barreras de género en la industria de la energía solar, aumentar la participación de las mujeres en la economía local y una estrategia para construir relaciones desde la equidad en la zona de la montaña”.

El Bosque Modelo de Puerto Ricoes un modelo de gestión territorial centrado en que las personas trabajen en alianzas multisectoriales y armonía con su entorno natural, con una visión común hacia el desarrollo sostenible en un paisaje  extenso con distintos usos y valores de la tierra.

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