Tomó dos turnos al bate para poder conectar y ya podemos decir que ha concluido el proceso primarista de los partidos tradicionales del país. Claro está, esto ocurrió sin antes asignar fondos para la lucha contra el COVID 19 y representando un mayor gasto de fondos públicos. Ahora bien, culminado el esfuerzo cabe preguntarse ¿de quién es la victoria?

Cuando hablo de victoria no me refiero a personas específicas. El presente escrito no es una narrativa alrededor de quiénes entran a la papeleta del Partido Nuevo Progresista (PNP), o el Partido Popular Democrático (PPD), ahora en noviembre. Nadie en la política gana puestos políticos en lo personal sin tener intereses que le apoyen. Esos intereses pueden trazarse a partir de lo que la persona ha hecho en el pasado y sus posturas a lo largo de su carrera política. Es decir, no vale lo que ha dicho en las últimas dos semanas, ya bastante sabemos de promesas vacías. Lo que vale es el trayecto. A partir del trayecto es que se puede trazar a quienes una persona representa y así, evaluar quienes realmente cantaron victoria el pasado domingo.

Por un lado, con la candidatura de Charlie Delgado, triunfa el sector más conservador del PPD. Conservador no solo a nivel económico, sino también a nivel social. Charlie Delgado fue una de las personas que apoyó la permanencia de las infames terapias de conversión. A su vez, su impulso por atornillar a su hijo como “heredero” de la alcaldía de Isabela, muestra muy claro que es más de lo mismo.

Por otro lado, el PNP no deja asombrarnos. Si para algunos la elección de Pedro Pierluisi es un hecho positivo ante la debacle del gobierno de Wanda Vázquez, debemos recordar que este es el candidato que le responde directamente a los sectores de mayor capital en el país. Aquellos del famoso “such is life”. Cabe señalar, que siendo Pierluisi, Secretario de Justicia, Puerto Rico vivió el cuatrienio de mayor corrupción de nuestra historia. A su vez, su destaque como abogado de la Junta de Control Fiscal es muestra suficiente de su alineamiento político, vinculado al sector de bonistas en pro pago de la deuda.

Lo anterior nos muestra que sí hay sectores victoriosos en la contienda. Su victoria es tan abarcadora que trasciende las líneas de los partidos y se ven cómodamente representados de ganar el PNP o el PPD.

Las victorias, para que se definan como tal, siempre se anclan a partir de un perdedor. Para que alguien cante victoria otro tiene que perder. Si lo atamos a quienes a nivel colectivo cantaron victoria, entonces sabremos quienes a nivel colectivo deben cantar derrota. Entonces ¿De quién es la derrota? La derrota es de todos y todas. Ambos partidos, como bien han hecho en el pasado, pusieron su deseo a lograr escaño público por encima del bien de nuestra gente.

Sobre Francisco Santiago Cintrón

Natural de Guayama, Puerto Rico, Francisco Andrés Santiago Cintrón cursó estudios de ciencias políticas y relaciones laborales para luego completar estudios en la Escuela de Derecho en la Univers