El Comité de Evaluación y Disposición de Bienes Inmuebles del gobierno aprobó la petición de entidad comunitaria guaniqueña Unidos por Arenas, para que se les cediera la antigua escuela María del Rosario Claudio, ubicada en su localidad.

La organización de vecinos había iniciado gestiones formales durante el mes de julio para obtener la administración del plantel escolar cerrado desde 2014. El acuerdo propuesto es uno de arrendamiento por el valor nominal de un dólar al mes y tendrá la vigencia inicial de un año.

“Es una gran victoria para la comunidad, sobre todo por las circunstancias en que se da. Desde enero no hemos parado, primero por la emergencia de los temblores y luego en marzo el Covid. El trabajo que hemos realizado como comunidad ha sido uno amplio y va desde distribuir alimentos y brindar asistencia médica y ayuda sicológica, hasta la capacitación de vecinos en el área de manejo de emergencias”, expresó Omar García Mercado, presidente de la organización.

Unidos por Arenas se distinguió durante los pasados meses por autogestionar pruebas de Covid-19 para sus residentes en diversas ocasiones. Organizaciones como Fundación Comunitaria de Puerto Rico, VAMOS Puerto Rico, Nuestra Escuela y Oxfam América continúan apoyando los trabajos del grupo comunitario. Estas organizaciones han facilitado diversos recursos, asistencia y asesoría.

“Los proyectos que construiremos en la escuela surgen de conversaciones con nuestros vecinos y de auscultar las necesidades de nuestra comunidad. La prioridad inmediata es la construcción de un Centro de Emergencias Comunitario o lo que llaman ‘centro resiliente’. Estas facilidades funcionarán con energía renovable y tendremos un banco de alimentos y suministros propios”, señaló Virgen Rosado, encargada del área de energía de Unidos por Arenas.

Unidos por Arenas planifica también la adquisición de equipos para situaciones de emergencias. Esto incluye herramientas de rescate, radios de comunicaciones, facilidades de refrigeración de medicamentos, tanques de oxígeno y camillas, entre otros equipos. La adquisición de esos recursos se dará con una aportación de $75 mil dólares de la organización Nuestra Escuela, gracias a una gestión solidaria con la fundación internacioal, Global Giving.

El desarrollo de las facilidades escolares contará con más de una fase, durante las cuales se integrarán programas para distintas poblaciones. Estas iniciativas continuarán desarrollándose hasta que Unidos por Arenas logre el traspaso total del plantel a la comunidad.

“En una segunda fase habilitaremos una biblioteca electrónica, un centro para la edad dorada, gimnasio, dispensario médico, así como empresas comunitarias. Nuestro objetivo final será el traspaso, o sea, la devolución de la propiedad por completo a manos de la comunidad. Los proyectos de bienestar social y económico que construiremos en la antigua escuela de Arenas significarán un antes y un después en nuestro desarrollo y calidad de vida como comunidad”, expresó Sofía Ramos, secretaria de Unidos por Arenas.

Esta escuela fue una de más de 400 que cerraron las administraciones de Alejandro García Padilla y Ricardo Rosselló. Estudios posteriores mostraron que la clausura de los planteles no produjo ahorros significativos a las arcas gubernamentales. El problema del cierre de escuelas se intensificó luego de los terremotos, pues diversas comunidades alrededor de Puerto Rico continúan exigiendo a las agencias pertinentes que reparen los daños a las escuelas para que puedan reabrir.

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